domingo, 15 de mayo de 2011

Y te ví



Comenzaré a escribirte esto dándote las gracias amigo Paul. Por ser mi beatle favorito, por regalarme (bueno, casi de no ser por lo que pagué) el mejor concierto de mi vida y por hacerme sentir que aún, a pesar de todas las cosas, tengo un corazón que se emociona con cosas tan simples como una canción.

Ni el dolor de piernas que hasta ahora sufro, ni la espalda casi destruida que me dejo el estar parado más de 12 horas, ni el cansancio generalizado que invadía mi cuerpo ha podido sacar de mi mente cada minuto, cada canción, cada recuerdo que tengo de ese día. Me dijiste Hello Goodbye apenas empezó el concierto y supe que me mentías a medias, me decías hola pero aún faltaba mucho para que me dijeras adiós.

Es una de las pocas ocasiones donde maldije el no saber inglés, pero te juro que hice mi mejor esfuerzo por acompañarte, tampoco es que sea tan bruto ojo, pero el idioma no sabe de sentimientos, y eso mi querido Maca yo estaba muy bien ubicado.

Me regalaste Paperback y Eleanor, Hello Goodbye y All my loving. Todas las demás las disfrute mucho, grande Helter Skelter! Asi hubieras cantado la versión de Tongo, igual te hubiera aplaudido.

Yo siempre soñé con verte, siempre pensé que sería lo más paja del mundo y no me decepcionaste. Me hiciste entender que querer tocar guitarra a los 13 años por tuvo sentido, que sentir que la música llena una parte importante de mi vida no es cosa cualquiera y que con todos los problemas del mundo siempre hay la oportunidad de poder salirse un poco de este mundo y estar donde realmente quieres estar: escuchando una canción de The Beatles y que lo demás simplemente fluya. Y yo fluí. Gracias por eso Paul, gracias por todo.