jueves, 20 de diciembre de 2007

Aves sin nido

Macho que se respeta no le tiene miedo a nada, pero algunos tenemos nuestro talon de Aquiles. El mio son las aves. Yo no puedo agarrar algo que tenga plumas salvo sea una vedette y con lentejuelas. No he podido salvar mi trauma de niño con las aves y no me interesa hacerlo tampoco. No entiendo a la gente que tiene periquitos y canarios y mucho menos a los que crian aves de corral. Obvio que los galleros son unos freaks para mi. Esos animales son traicioneros y tienen un arma llamado pico que podria llegar a sacarte un ojo. Y no hablo de las aves mas ranqueadas (gallinazos, buitres, cuervos, halcones, etc.) porque esas ya son luriganchinas. Pero mi problema con las aves comenzo con la menos impensada de todas: un pavo! Increible no? Pero cierto, tan cierto que hasta estos dias navideños cada vez que veo a estos sinverguenzas en manchas en las calles (acorralados gracias a Dios) siento ganas de correr como hace años lo hice. Quizas por eso, habiendo vivido y crecido en el Rimac, muy cerca a las instalaciones del Sporting Cristal, nunca senti nada por ese club. Por pavos. Nada que ver con los pavos y pensandolo bien tampoco con las gallinas pero ese es otro tema. Hace mucho años, quizas cuando tenia 6 o 7 años, no mas, iba caminando con mis papas y mi hermana por el mercado de Jesus Maria en epocas navideñas. En esa epoca, el mercado de Jesus Maria era mucho mas caotico de lo que puede ser ahora y los ambulantes pululaban en las vias cerrando el paso a los vehiculos. Pues nosotros estabamos caminando y pasamos al costado de un improvisado corral infestado de pavos. Estos animales son archiconocidos por su pasividad y por su torpeza, pero hubo uno que quizo cambiar su destino. Y justo lo quizo hacer conmigo. Este pavo salio corriendo de su corral y en su carrera se paro justo frente a mi (para esto, debido a mi edad y al tamaño de estos animales pues se podria decir que nos dabamos con el pavo en altura), y no contento con pararse empezo a gritar (no se como se llama el sonido que hacen los pavos pero a mi papa le sale igualito) y a batir sus alas. Demas esta decir que yo lo mire, grite de una manera descomunal y corri mas que Ben Johnson con esteroides en Seul. Yo corria, era mi vida la que estaba en juego. De vez en cuando volteaba a mirar si el pavo me seguia y no se si era el, o era mi imaginacion, pero aun me perseguia. A lo lejos y entre mis sollozos escuchaba la voz de mi viejo que corria detras de mi diciendome que me detuviera. Fuera loco! parate tu si quieres, yo la segui picando hasta que mi viejo me alcanzo y con un brazo me levanto en peso y me cargo. No se si estaba mas preocupado por mi susto o por la verguenza publica que le habia hecho pasar, pero estaba asado el tio. Este fue el origen de muchas malas relaciones con las aves, entre las cuales puedo destacar las palomas de la casa de una vecina de mi hermana que entraban a la sala y que hacian que yo me trepe donde sea, los pollos condenados en el mercado que eran sacados de sus jabas para recibir su ultima cachetada pero cuyo escandalo yo no soportaba, las aves que alguna señora (hasta ahora no se como) mantenia en la universidad y que se encontraban en un paso obligado por mis amigos y por mi para almorzar diariamente y que se acercaban a picotearnos los zapatos, algun pavo real huachafo en un mas huachafo restaurante arequipeño que se acerco a nuestra mesa como si fuera bonito el huevon o la azotea del gran Sandalio donde su viejo tenia toda una pandilla de gallos de pelea ante los cuales yo literalmente me orinaba. Toda una historia con las aves tengo yo. Por eso no creo en palomitas de la paz o en espiritus santos ni en los hermanos Ayar. No quiero ser un pajaro azul (sorry Yola) ni mucho menos ser libre como un ave (asi lo digan mis adorados Beatles). Tampoco pienso ver completa Los Pajaros del gran Alfred. No hay forma. Los pollitos amarillos son pitbulls para mi. No pienso bailar ni el pio pio. Es mas.... hay que apanar al poooollooooooo!!!!

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