Historia de un blog olvidado

Habia una vez un blog que vagaba en el ciberespacio. El blog era tonto, un poco lento pero muy leal con su creador. Lo aguantaba cuando estaba de mal humor (que no eran pocas veces) y mucho mas cuando se deprimia. Siempre lo llamaba para saber como estaba y le contaba historias que el ya conocia pero que siempre disfrutaba leer.

Hasta que un dia el sintio que lo habian abandonado. No entendio bien si fue por Romulo Leon, o por Magaly, o por Calamaro, o quiza por el Señor de los Milagros. No sabia si lo habian cambiado por otro blog; quizas por el de Cisneros o por aquellos que hablaban de Calamaro o de los Cadillacs. Nunca supo nada. Pero se sintio solo. Todo octubre lo paso mal, quizas porque Alianza no gana, aunque sospecho que es mas por la soledad. De esa que tanto le hablaba su ingrato redactor. Se sintio solo por primera vez y odio todo. Odio haber sido creado, odio haber sido alimentado con tontas historias y sobretodo odio haberse sentido importante para alguien. Prometio no ser mas un tonto y juro venganza.

Hoy, como si nada hubiera pasado, el regreso. Con otra historia tonta para contar. El blog lo vio entrar, entusiasmado y a la vez resentido, pero como es bueno, y como en el fondo es igual al idiota que lo abandono, lo perdono y lo acepto otra vez.

Escucho la promesa del ingrato y en el fondo no le creyo. Sabe que lo jodera nuevamente, pero para eso sirve, para aceptar las cosas como son. Ojala no lo jodan tanto. Ojala no lo abandonen.