Se acabó el verano, gracias a Dios, ni mi cuerpo ni mi bolsillo lo soportabamos más. Empezaron esas garúas que tanto me gustan, y hoy hasta pude hacer humito con mi exhalación (cuando era niño hacia como si fumara y botara el humo).
Con el verano se fueron buenos dias de diversión, un fue y no será, y una sensación de que la página debe voltearse de una buena vez para poder empezar todo de nuevo. Pero no puedo, y siempre vuelvo a lo mismo, quizás no sea yo quién tenga la fuerza para alejarse, quizás solo me falte desahuevarme, quizás falta que alguien se canse de mi o me desahueve.
Entender que este invierno cumpliré 30 y que sigo pensando tonterias me deprime un poco, pero asi es la vida y no queda nada más que ir adelante como siempre. Las garúas y la neblina debería venir con nuevas cosas para mi, quizás no con nuevas personas, pero si con buenas actitudes y deseos.
Llegó la época que más me gusta del año, ojalá no me defraude, ni yo defraudarla a ella.
martes, 25 de mayo de 2010
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