viernes, 19 de noviembre de 2010

Fuera de todo

Otra vez me volví a encontrar, donde menos lo esperaba, dentro de mí. Me cuesta mucho estar solo, no me soporto conmigo mismo, no me aguanto, no me tolero. Por eso busco quién pueda hacerlo por mí, y a veces, muchas veces, nadie sabe como.

Mirando el techo, mirando al cielo, mirando a la pared, a la cama, al suelo. Nadie, solo yo. Hundiendo mi cabeza bajo el agua como queriendo escapar y no escuchar, dándome cuenta que las voces realmente están dentro de mi. ¿A dónde voy?

Pero poco a poco me voy dando cuenta que no importa nada más que yo. Tengo que ser egoista, tengo que ser leal conmigo, no puedo esperar que los demás me regalen la felicidad. Soy yo quién debe buscarla (si es que existe).

En el final de las cosas veo una luz, alguién me hace señas, me dice que vaya, que no me demore. Veo a ese alguien, trato de reconocerlo pero lo que pienso no está bien. Pero sí, es verdad, soy yo, sacándome a mi mismo del hueco. Gracias Renzo, que los demás se vayan a la mierda.

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