Gracias

Me encantaría decir que este blog no lo lee nadie. Quizás eso alimentaría mi extraño apetito de sentirme abandonado y solo. Pero no, no es así. Hay ciertas personas que gastan su tiempo (inexplicablemente) en leer las tonterías que escribo, y eso, contra todo pronóstico, lo agradezco de corazón. No voy a mentir que a la gente que no pone su nombre al comentar la odio por segundos porque si algo no tengo es la sensibilidad para darme cuenta de la identidad de la persona que me escribe. Igual, se me pasa al toque la rabia y valoro mucho que alguien se tome la molestia. Entiendo también que no todas las personas que entran a leer o a comentar me tienen en la mejor estima del mundo. Pues gracias igual, por darse la molestia, nunca se olviden que no somos jueces, solo simples humanos nada más. Y a las personas que entran con la mejor onda, pues más gracias aún. Gracias siempre por estar pendientes, gracias por darse un momento en conocer ciertas cosas de mí que quizás no sabian. Por entender mis tonterías, por corregir mis errores ortográficos, por darme la contra o darme la razón. Por hacer que me crea el tema de que esto no es solo terapeútico, sino algo que puedo compartir. A todos muchisimas gracias, son buenos momentos para darlas.