viernes, 2 de julio de 2010

A esperar nomás

Brasil jugo un excelente primer tiempo pero demostró en el segundo que es un equipo sin coraje. Se cayó mentalmente después del autogol y la expulsión de Melo terminó de enterrar cualquier aspiración. Holanda encontró la oportunidad y la aprovechó, tampoco es un equipo del otro mundo, pero tuvo con qué darle el puntillaso a un Brasil que cuando esta perdiendo simplemente no reacciona. Mal por Sudamérica y su semifinal soñada. Bien por el fútbol y el irrespeto a las vacas sagradas.

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